Ya vamos en el penúltimo seminario, falta muy poquito.
Les dejo unas imágenes que espero expliquen mejor el concepto de fracaso y iatrogenia. Creo que todos sabemos que tienen distinto significado, pero nunca está de más recordarlo y tenerlo fresco en la memoria.
Traté de hacerlo lo más acotado posible.
Espero tengan una buena semana (lo que queda por lo menos).
Saludos!!
Tengo una duda, una iatrogenia aleatoria o accidental, como puede diferenciarse de un fracaso? Si ambos son sucesos inesperados, pareciera que la línea que separa uno de otro fuera muy delgada. Alguien podría darme algún ejemplo, por favor?
ResponderEliminarSe me ocurre una situación que quizás lo explique. Sería iatrogenia accidental un caso en que por ejemplo, al realizar una preparación biológica para una restauración no se refrigere bien la fresa de la turbina porque está en una angulación en que no le llega agua pues lo impiden los otros dientes.
ResponderEliminarAhora bien, este procedimiento podría fracasar en caso que luego de restaurado, el diente presentara una pulpitis irreversible, debiendo realizar un tratamiento de endodoncia. O bien podría no fracasar si no presenta la pulpitis, habiendo sido la restauración un tratamiento exitoso.
Espero haber colaborado a resolver tu inquietud. Saludos!
podría quizás diferenciarse al ser la iatrogenia producida durante la rehabilitación del paciente y el fracaso posterior a la rehabilitación de este, considerando cada acción una independiente de la otra, por ejemplo cada restauración como una rehabilitación independiente, ahora me cabe una duda, en el caso de que se sobre-indique un tratamiento, por ejemplo una amalgama en un diente que requiere una incrustación o prótesis fija, y posteriormente se fracture el diente, ¿esto se consideraría fracaso de la restauración, o iatrogenia del dentista por sobre-indicación?
ResponderEliminarMe parece que también deberíamos reflexionar sobre las causas que nos llevan a un fracaso en odontología. Creo que uno de los factores que sobresalen actualmente es el poco tiempo que se le dedica a examinar al paciente (por motivos económicos, por ejemplo, muchas veces, el diagnóstico no se cobra como gancho comercial), pasando por alto, patologías que pueden ser graves. Por otro lado, también deberíamos reflexionar cómo reaccionamos frente a un paciente que trae fracasos o francamente tratamientos iatrogènicos de otros colegas, y en esto, debemos ser precavidos en lo que le transmitimos al paciente.
ResponderEliminar